Juego de siglas y jugar a hacer cambios

09.11.2012 12:05

 

Una vez más el cambio de gobierno ha significado un cambio en la política educativa. Fruto del bipartidismo que sufrimos en España, se hacen cambios que se traducen en una pelota que se van pasando unos con otros.

Con esta entrada del blog nosotras queremos plantearnos hasta qué punto son realmente necesarios estos cambios que se vienen sucediendo religiosamente cada 4 años, que casi podrían incluso declararse patrimonio nacional o una tradición de la cultura española.

El ejemplo más próximo es la realización de la nueva ley de educación, LOMCE, con la finalidad de cambiar el sistema para recuperarnos de una crisis ya no solo económica, sino de valores, algo que es muy cuestionable teniendo en cuenta que en la nueva reforma educativa, se incluye el sentido de competitividad individualismo y por si fuera poco, el sentido de segregación,  implícito entre sus líneas.

Con la LOMCE, ya será la séptima de las reformas que se han llevado a cabo desde el año 1980, hecho que hace que la educación parezca un juego de siglas y cambios que llevan a cabo los gobiernos y por personas no especializadas en el campo educativo, echando por tierra, la opinión de muchos profesionales, como nosotros, que hemos de llevar a cabo reformas que en muchas ocasiones distan mucho de las verdaderas posibilidades, de la adecuación a la realidad que hay en las aulas…

Realmente los políticos deberían, realmente deberían replantearse muchas cosas, para empezar su idoneidad dentro de la política, pero en concreto y centrándonos en este tema que nos atañe deberían analizar la realidad que hay en las aulas, dejar un poco más de lado esos datos y estadísticas en las que tanto se apoyan y ver qué es lo que realmente hay en los colegios, qué es lo que nuestros alumnos necesitan y analizar la ley que hay ya y ver cómo mejorarla, no como aplastarla.

No porque seas del partido X tienes por qué estar en total desacuerdo con algunas ideas o propuestas del partido Y, y quizá el de al lado haya podido llegar a tener alguna idea buena que pueda aprovecharse, no consiste en hacer un cambio de 180 grados, sino cambiar aquello que sea necesario.

El bipartidismo que sufre nuestro país y la ceguera que invade a los partidos solo nos lleva a girar sin sentido como una brújula sin destino, y si no analizamos seriamente las demandas y los alumnos que tenemos y aplicamos las medidas que sean necesarias es como darle a un enfermo medicación sin más, o darle más de la cuenta y probablemente ello no nos lleve más que al empeoramiento del paciente, si con suerte no acabamos con él.