Hay muchos aspectos de los recortes en educación que pueden afectar de manera particular alumnos y profesorado.

Los recortes podrán afectar la escuela, desde infantil hasta universidad.

En la escuela primaria/secundaria ha aumentado el 20% en el número de alumnos por clase, lo que supondrá una menor capacidad de atención individualizada a sus hijos.

Las bajas del profesorado no serán cubiertas durante las primeras dos semanas, lo que supondrá que, durante ese tiempo, sus hijos deberán ser atendidos por profesores no especialistas en la materia en cuestión y no podrán seguir avanzando en sus programas.

Otro aspecto a tener en cuenta son los programas educativos específicos para la diversidad: compensatoria, diversificación o programas de cualificación profesional inicial, todos ellos destinados a combatir el fracaso escolar y atender a los alumnos con mayores dificultades de aprendizaje como inmigrantes, hijos de familias desestructuradas, discapacitados, etc ofreciendo la mayor calidad posible.

Estos alumnos abandonarán el sistema o tendrán que incorporarse al grupo general, dificultando así su proceso de aprendizaje. Además se reducirán o desaparecerán determinados servicio, como fisioterapeutas o intérpretes de signos para alumnos sordos, que resultan de vital importancia para garantizar el acceso a la enseñanza en igualdad de oportunidades de algunos de nuestros alumnos.

Mientras para los chicos que tendrán que elegir un instituto después de la secundaria, habrán pocas ofertas de estudios post-obligatorios, al suspenderse la implantación de los nuevos títulos de Formación Profesional y reducirse las modalidades de Bachillerato ofertadas. Muchos alumnos que finalizan la E.S.O. se verán obligados a desplazarse a centros educativos más alejados si desean proseguir sus estudios.

Para los universitarios será muy difícil entrar a la universidad por culpa de las tasas de la matricula que subirá hasta 1.600 euros mas contra a los 1.000. Este hecho, sumado a la reducción de 166 millones de euros de la cuantía destinada a becas, privará a muchos estudiantes de poder costearse estudios universitarios.

Se dificulta también el acceso a las becas, al aumentar la nota media exigida para que éstas sean concedidas así como el número de asignaturas a superar para poder mantenerlas: se exigirá entre el 85% y el 100% de superación según la titulación, frente al 60%-80% actual. La dotación para becas Erasmus, por su parte, cae de 62,8 a 36,8 millones de euros.

La educación emocional es parte importante en la escuela y en la formación de nuestros alumnos. Nos permite el conocimiento de nuestras propias emociones y además reconocer las emociones ajenas, lo que se traduce en la mejora de los procesos de socialización y convivencia, ya no solo de nuestros niños, sino también de la sociedad y de nuestro futuro.

Sin embargo, con la nueva ley LOMCE  todo esto cambiarà.

En particular la ley afectará todo lo que es una educación enfocada a los sentimientos y a la afectividad, dejando espacio a una educaciòn tradicionalista que no da oportunidad a expresar las ideas, emociones y sentimientos de la persona, y por tanto impide el pleno desarrollo de la misma.

Volveremos a una escuela caracterizada por un modelo de educación positivista que quiere proponer una enseñanza unidireccional y cerrada.

En pocas palabras “educación como inversion en capital humano” que quiere gernerar muñecos sin corazón y cerebro.

Deberíamos plantearnos, al menos bajo nuestro punto de vista, qué nos llevó en su momento a querer cambiar de modelo y metodología educativa, porqué queremos volver a éste, y cuáles son las razones de ello.

Porque quizá se está apoyando este cambio en la idea del gran número de abandono escolar que se da en nuestras escuelas, pero deberíamos plantearnos que el problema a lo mejor no es la metodología en sí, sino el cómo nosotros la estamos llevando a cabo.

Como este tema nos parece muy interesante, os dejamos aquí en link de un vídeo que nos parece muy enriquecedor, y sobre el que profundizaremos más adelante.

https://www.rtve.es/television/20121025/aprender-gestionar-emociones/571611.shtml

Un saludo

Una vez más el cambio de gobierno ha significado un cambio en la política educativa. Fruto del bipartidismo que sufrimos en España, se hacen cambios que se traducen en una pelota que se van pasando unos con otros.

Con esta entrada del blog nosotras queremos plantearnos hasta qué punto son realmente necesarios estos cambios que se vienen sucediendo religiosamente cada 4 años, que casi podrían incluso declararse patrimonio nacional o una tradición de la cultura española.

El ejemplo más próximo es la realización de la nueva ley de educación, LOMCE, con la finalidad de cambiar el sistema para recuperarnos de una crisis ya no solo económica, sino de valores, algo que es muy cuestionable teniendo en cuenta que en la nueva reforma educativa, se incluye el sentido de competitividad individualismo y por si fuera poco, el sentido de segregación,  implícito entre sus líneas.

Con la LOMCE, ya será la séptima de las reformas que se han llevado a cabo desde el año 1980, hecho que hace que la educación parezca un juego de siglas y cambios que llevan a cabo los gobiernos y por personas no especializadas en el campo educativo, echando por tierra, la opinión de muchos profesionales, como nosotros, que hemos de llevar a cabo reformas que en muchas ocasiones distan mucho de las verdaderas posibilidades, de la adecuación a la realidad que hay en las aulas…

Realmente los políticos deberían, realmente deberían replantearse muchas cosas, para empezar su idoneidad dentro de la política, pero en concreto y centrándonos en este tema que nos atañe deberían analizar la realidad que hay en las aulas, dejar un poco más de lado esos datos y estadísticas en las que tanto se apoyan y ver qué es lo que realmente hay en los colegios, qué es lo que nuestros alumnos necesitan y analizar la ley que hay ya y ver cómo mejorarla, no como aplastarla.

No porque seas del partido X tienes por qué estar en total desacuerdo con algunas ideas o propuestas del partido Y, y quizá el de al lado haya podido llegar a tener alguna idea buena que pueda aprovecharse, no consiste en hacer un cambio de 180 grados, sino cambiar aquello que sea necesario.

El bipartidismo que sufre nuestro país y la ceguera que invade a los partidos solo nos lleva a girar sin sentido como una brújula sin destino, y si no analizamos seriamente las demandas y los alumnos que tenemos y aplicamos las medidas que sean necesarias es como darle a un enfermo medicación sin más, o darle más de la cuenta y probablemente ello no nos lleve más que al empeoramiento del paciente, si con suerte no acabamos con él.

 “La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y las cotas de prosperidad de un país (…) En la esfera individual, supone facilitar el desarrollo personal y la integración social”.

Con estas palabras comienza, el ya conocido anteproyecto de la nueva ley creada por el gobierno de Mariano Rajoy. Estas palabras no nos han dejado indiferentes, ya que de ellas se puede denotar  la finalidad primordial de la misma.

Sin embargo, no debiéramos ir tan lejos para conocer dicha finalidad, el mismo nombre de “Ley Orgánica de Mejora de la Calidad (LOMCE)”, que deja entrever un sentido de productivo.

Tras un largo trabajo de análisis de su anteproyecto destacamos no solo los notables cambios que se llevan a cabo a nivel estructural, sino de un aspecto que llama enormemente la atención, que es el empleo de un vocabulario repetitivo. Palabras como: resultados, calidad, competitividad… hacen que adquiera un sentido productivo que cambia por completo el sentido de la educación actual.

Así pues, se dejan de lado temas tan importantes para la educación como lo eran hasta ahora: la cooperación, el proceso de enseñanza- aprendizaje, la colaboración…

Por otro lado, estos son valores que también se han de trabajar en los centros, pero ¿de forma tan radical?

¿Se trata de una educación que sin duda cambia el paradigma actual, convirtiéndolo en una educación basada en la empresa? ¿es la educación que ya habíamos descartado?

Desde nuestro punto de vista sí que son necesarios ciertos cambios, o adaptaciones mejor dicho, pero su puesta en práctica no puede ser de un día para otro, requiere una implantación progresiva para no volver locos a nuestros alumnos, además previamente a llevar a la práctica cualquier ley, medida, etc… es necesario plantearnos de qué forma vamos a hacerlo, en qué grado queremos conseguir cada aspecto, cómo puede eso afectar a nuestros alumnos, qué piensan ellos del asunto (al fin y al cabo se supone que son quienes van a “beneficiarse” de esto)…

La competitividad por ejemplo es un aspecto sobre el que debemos reflexionar mucho y muy profundamente. Estamos en un mundo globalizado y no podemos negarlo, competitivo, cada vez a mayor escala, y es importante formar a nuestros alumnos cerca de este concepto, puesto que, queramos o no, nos parezca mejor o peor, es algo que van a encontrar tanto dentro como fuera de los muros del colegio, y al igual que las nuevas tecnologías, es algo que está ahí, formando parte de nosotros cada vez más, y debemos aprender a enseñar cómo usarlo, en qué medida, para qué, en qué situaciones…

Por estas razones, creemos importante realizar una reflexión, un debate, una puesta en común de todas estas cuestiones, no basta con aplicar un cambio y que cada uno haga de su capa un sayo, es importante saber qué nos demandan nuestros alumnos y el futuro, y saber cómo enfocarlo.